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Los tres niveles de conciencia

Breneli Gálvez Orozco
Kierkegaard
Los tres niveles de conciencia


Según Kierkegaard en la vida hay tres clases de estadios:
Estadio Estético

Aunque estético provenga de la palabra griega aisthesis (sensibilidad), este estadio de la existencia no se encierra únicamente en lo que es la sensibilidad. En él, el ser humano se caracteriza por una existencia de pura espontaneidad, vida de sensaciones con lo que respecta al placer sensual y al erotismo, placer de la carne y valores de finitud y temporalidad, características opuestas a las del estadio ético y del religioso, que son auténticamente existenciales para Kierkegaard, ya que hay un verdadero ser humano, un individuo único, con libertad y trascendencia. Sin embargo, en el estadio estético hay una existencia inauténtica, representada por la finalidad inmediata del goce, por el instante fugaz, por el hacer y el quehacer extravertidos, por lo interesante y por lo indiferente.
Los mayores representantes de esta esfera serían: Don Juan, Fausto y el Judío Errante, a quienes Kierkegaard los llama "las tres grandes ideas" o "encarnaciones de la vida fuera de lo religioso en su triple dirección". La dirección de Don Juan sería el goce, la de Fausto la duda y la del Judío Errante sería la desesperación.
Podemos decir a grosso modo, que el estadio estético tiene por contenido lo finito o falsamente infinito, la fantasía, la impiedad, la falta de contenido. No obstante tiene un fondo camuflado de melancolía, duda, desencanto, inconsecuencia, monotonía y abatimiento; por consiguiente, pesimismo y el aburrimiento que se sigue de éste, acompañado de la angustia que conlleva la finitud, aunque ésta se haga consciente cuando asumimos nuestro estadio y estamos en proceso de cambio.

A pesar que en esta esfera se puede encontrar tanto la dicha como la desgracia, están bajo la idea de un destino fatal, donde sus héroes son trágicos (una vez que se dan cuenta de su inmediatez) y propagan la tragedia (por ejemplo, en las seducidas por Don Juan).
Las categorías que se escuchan en los estadios ético y religioso, como la libertad, el instante, la elección, la eternidad, en el estético se transforman en ecos, parodias o en algo engañoso. En la esfera estética los máximos extremos son la angustia y el odio del bien.

Estadio Ético
Se pasa del estético al ético por medio de la ironía. Un día llega a burlarse de sí mismo, es en ese momento cuando pasa al estadio ético.
Los hombres de esta fase se guían por el deber, según el bien y el mal, según la sociedad, según toda regla y ley.
Este hombre busca hacer el bien, por eso reflexiona, es un hombre justo, educado, equilibrado y racional.
El prototipo es el Gentleman, paga sus cuentas, educa a sus hijos, trata a todos bien, lleva una vida ordenada. El tiempo para él es historia (penetración intelectual de la temporalidad). El hombre tiene tiempo, y lo puede estructurar ya que lo entiende, racionalizamos el tiempo.

Estadio Religioso
Hay ciertas situaciones que el Gentleman no entiende, se siente pequeño, por ejemplo frente a la muerte. La razón es por que el Gentleman no tiene fe, racionaliza todo y no entiende la razón de la muerte o simplemente su finalidad.
Toda su razón no alcanza, a eso se lo llama humor. Este estado prepara al hombre para el salto al estadio religioso.
Aquí el hombre vive exclusivamente de la fe y por la fe, esto implica muchas veces no entender pero confiar y saltar. El salto no termina en un vacío, sino que implica una confianza verdadera hacia Dios el cual nos hace recorrer la vida a su lado.
En este estadio el prototipo esta representado por Abraham. Dios le pide a el que deje todo y que confíe, que tenga fe y que espere. Dios le ha prometido una descendencia mayor a la cantidad de estrellas
Soren dice que el Gentleman corre el peligro de creerse autosuficiente, entonces la razón tal vez anularía sus sentimientos.
Además, lo único que individualiza al hombre es el pecado y el mal.

3 comentarios

laura romero velazquez -

hola chida pag.
adios cuidense;)

Vanessa Marquez Suarez -

Continuacion de mi comentario...

El hombre etico puede ser el "yo" que tiene mas conciencia va a mediar con el ello y superyo, esta mas en el principio de realidad que en el principio de placer, este hombre mas orientado al deber, los valores al compromiso y la responsabilidad (ideal del yo)sale de ser un hombre estetico para convertirse en un hombre etico.
El hombre religioso que puede ser el superyo que deposita su vida, amor, acciones a Dios, que sale de la duda para tener una certeza en Dios, que cambia la razon que tenia el hombre etico como lo dice Breneli por la fe absoluta para acceder a Dios.
Al hombre religioso la razon le estorba en su busqueda, es una limitante en su libertad y expresion.
La fe esta mas a alla de las leyes de la razon, es el motor de la libertad misma y del reencuentro en esa relacion subjetiva con Dios.
Pero si son diferentes niveles de conciencia como lo dice el ensayo que es lo que hace que un hombre se encuentre en un estadio y no en otro?
Es la represion? la negacion del vacio del hombre mismo?
Yo pienso que el hombre va evolucionando de un estadio a otro ,ya que no creo que el hombre se quede eternamente en la desesperacion,
la duda, pienso que lo que todos buscamos es la certeza y la seguridad que tiene el hombre religioso.

Vanessa Marquez Suarez (psicologia 6to UCS) -

Este ensayo me llamo mucho la atencion en particular por su titulo: "los tres niveles de conciencia", no habia pensado de esa forma a los tres tipos de hombre y ahora estoy de acuerdo en pensarlos en distintos niveles de conciencia, ya que precisamente la inconsciencia es no tener conocimiento de la desesperacion como en el caso del hombre estetico que hasta que tiene conciencia de esta accede al siguiente estadio etico, a lo mejor se me ocurre el pensar que lo que hace que un hombre se quede en un esatadio diferente es la represion si lo paso al terreno de la psicologia.
Ya que el hombre estetico es pensarlo como el "ello" lo pulsional, que busca la satisfaccion y descarga inmediata y no le importa nada mas que su placer, llamado principio placer-displacer