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“Kierkegaard”


Teoría del hombre en la reacción al pensamiento Kierkegaard
Profesor: Miguel Angel Pérez Álvarez
13 de Abril de 2005
Elizabeth Herrera Cadena


“Kierkegaard”

Kierkegaard en realidad no fue un filósofo, sin embargo, produjo lo que mucha gente espera de la de filosofía. No escribió acerca del mundo, sino acerca de la vida, cómo vivimos, cómo elegimos nuestra vida, y lo que significa estar vivo, “¿qué significa vivir estéticamente y vivir éticamente?”.

Kierkegaard sugiere que hay dos modos de vivir, el estético que es el mundo exterior y lo ético que es el mundo interior, cada individuo tiene la oportunidad de elegir, hacer su elección, el individuo debe aceptar la responsabilidad de su acción que caracterizará su existencia de la manera más fundamental.

La estética en un hombre es aquello por lo cual ese hombre es lo que es, la libertad que se tiene, cuanto mayor es la libertad, más grande es la falta.

La razón por la cual, el que vive estéticamente no puede explicar en un sentido superior, es que existe en el instante y siempre su saber es él. Los individuos que eligen el camino estético, esperan todo de afuera, ven por todas partes posibilidades para su porvenir, viven para sí mismos y para su placer, el que quiere gozar de la vida establece siempre una condición que se encuentra fuera del individuo, o bien en el individuo, pero independientemente de su voluntad, lo cual no significa que tengan una actitud vulgar ante la vida.
Al buscar nuestro propio placer, también buscamos el placer de otros, si pensamos a largo plazo. Se puede argumentar que el científico que dedica su vida de manera altruista a curar una penosa enfermedad, sacrificando en el proceso placeres personales, domésticos y sociales, está haciendo una vida estética, lo hace porque está disfrutando, con la investigación científica. El individuo que vive la vida estética no tiene control de su existencia. Se acepta a sí mismo como es. Vive para el instante, impulsado por el placer, y su vida puede ser contradictoria, por falta de estabilidad y certeza, lo conduce frecuentemente a la desesperación, “angustia” y la puede reprimir, o no hacer caso, o puede incluso olvidarse de ella. En otros casos puede llegar a creer que esta desesperación es el significado de su vida y se contentará perversamente.

El individuo que vive la vida ética se crea así mismo, trata de conocerse y modificarse por su propia elección. Le servirá de guía su autoconocimiento y su disposición a no aceptar simplemente lo que descubre sino tratar de mejorarlo, su fin es llegar a ser un “yo ideal”. Ya que al conocerse a sí mismo se hará necesariamente más sabio y optará por una vida “superior” que involucre un conjunto de normas éticas, que “exprese lo universal en su vida”. Cuando se crea uno mismo, es descubrir el “yo” auténtico, es la libertad, que también causa angustia. El individuo ético, ve tareas por todas partes, expresa la soberanía del individuo sobre sí mismo, esto da seguridad.

Kierkegaard hace la distinción entre lo estético y lo ético y llega a la conclusión que no se puede vivir una vida exclusivamente ética; siempre habrá un elemento “exterior” y accidental en nuestra vida. Aún cuando hayamos elegido lo ético, permanecerá necesariamente una parte de lo estético. La ética es lo que hace que el hombre devenga lo que deviene; por lo tanto no hace del hombre algo distinto de sí mismo; no aniquila lo estético, sino lo transfigura. Para que el hombre pueda vivir éticamente es necesario que tome consciencia de sí mismo.

La personalidad determinada no es espiritual, sino física, “hay un concepto de la vida, que la salud es lo más precioso, y la belleza es la cosa suprema, en el cual todo gira”

Kierkegaard veía a la religión como una auténtica locura, propia de santos y misántropos. Lanzó una revista llamada “El Momento”, en donde escribió atacando a la Iglesia llamándola Máquina y a uno de los obispos más respetados hipócrita mundano. Según él, “Toda la existencia humana se opone a Dios”. El individuo se “salva” de la locura y la desintegración porque su interioridad subjetiva está con Dios. Insistía en que es imposible comprender intelectualmente la existencia simplemente construyendo un vasto sistema alrededor. Tan pronto como se identifica la existencia con el pensamiento racional no hay lugar para la fe. El amor a Dios puede inducir al caballero de la fe a dar a su amor al prójimo la expresión contraria a la del deber, considerando desde el punto de vista ético, no podrá poner resistencia, para cumplir con dicho deber, pero si se resiste, “peca”.

Fuentes de Información:
· STRATHERN Paul, “Kierkegaard filósofos en 90 minutos”, 1era edición, octubre de 1999, Siglo XX1 de España Editores, S.A. Príncipe de Vergara, 78 . 28006 Madrid, pags.7, 39- 41,44- 46, 61,67-68, 72
· KIERKEGAARD Soren A. ,“Temor y Temblor”, 5ta edición, 2000 Distribuciones Fontamara, S.A. Impreso hecho en México. Pags.142
· KIERKEGAARD Soren, “Estética y Ética, en la Formación de la Personalidad” Segunda edición Editorial Nova Buenos Aires ( Copia de la biblioteca Central U.N.A.M)Pags.: 34- 38, 131-133

3 comentarios

samir alarbid -

Buen artículo

Jatziri López Escudero -

En realidad es muy enrquecedor poder leer a Kierkegaard, ya que nos aporta soobre estas dos caminos de vida, no obstante, me queda muy claro que no existe ser humano que se encuentre dentro de la vida estética o ética, ya que somos seres egoístas y de dobles mensajes, por ello nos encontramos de una posición a otra.Si bien es verdad, alguna forma de vida prevalecerá, sin embargo, jamás llegará a ser tan pura... Un ejemplo de ello es cuando nos tocan pacientes para un psicodiagnóstico, quienes tiene una estructura "definida", pero tienen tantos rasgos de otras patologías que evidentemente no corresponden a su estructura y sí existen dentro de ellos.
Recordando un poco a "Fausto" puedo ver como Fausto y Mefistófeles fusionados son el SER HUMANO, entre las ambivalencias de pensamientos, sentimientos y posiciones...

Rebeca Flores Calderón - Psicología 6to - 10 de mayo de 2006 -

La psicología más allá de estudiar la psique humana, busca el mejoramiento del hombre en sí, por lo que podríamos afirmar que es una materia de estudio dinámica. Si la tratáramos de ver desde un punto de vista hegeliano, encontraríamos que el hombre es resultado de su pasado, de su historia, y en el presente actúa por consecuencia de estos.
En este momento es cuando veo la ayuda de Kierkegaard en nuestro pensamiento como psicólogos, ya que debemos pensar al hombre no de una manera sistematizada, si no mas bien subjetivo, individual y dinámico, con capacidad de transformación, por que de otra manera sería en vano nuestra carrera.

Elegí comentar este ensayo por dos razones, una porque menciona una parte que me agrada mucho de Kierkegaard que es el hecho de no haber escrito sistemáticamente sobre la vida y de una manera abstracta como lo hizo Hegel, si no de escribir sobre ella como una experiencia real y subjetiva para cada individuo, en donde esta la capacidad de encontrar una propia verdad en la existencia si se hacen semejantes la subjetividad y la interioridad.
La segunda razón es porque el ejemplo del científico se me hizo muy acertado ya que creo que muchas veces se puede leer mal al hombre estético y encontrarlo como puro placer carnal cuando creo se debe ir mas allá y ver que si bien es un hombre que no apunta hacia el compromiso, si puede encontrar placer en otros sentidos, como lo intelectual, el placer de la creación, ya que como Kierkegaard lo señala, el hombre es particular y subjetivo.

Tal vez puedo comentar con mayor facilidad al hombre estético y ético al poderlos entender con más claridad en mi razonamiento, y tener dificultad de estructurar mi entendimiento del hombre en el estadio religioso, ya que es un hombre que se encuentra a si mismo por la fe y no por lo que el razonamiento de lo correcto le indique.
Lo que si puedo encontrar es que el hombre tanto estético como ético, caerá siempre en una desesperación; el primero por esperar que lo externo llene su vida y voltear a ella y darse cuenta que no lo hace y el segundo por tratar de llenar como dice en este ensayo un “ideal del yo” que será inalcansable al encontrar ese yo con defectos que lo alejan de su perfección.
Finalmente quiero decir que lo que me gusta del sabor que me deja Kierkegaard es que no da una visión pesimista en la que el hombre caerá siempre en la desesperación, ya que si bien no es Hegel con su visión idealista del mundo en donde una tésis y antítesis pueden ser conciliables, Kierkegaard nos permite pensar en que las contradicciones que nos llevan a la desesperación pueden ser aceptables, mediables y mas que nada vivenciables.
Rebeca Flores Calderón
6to semestre psicología
mayo 2006